Desde el pasado viernes está libre en Netflix la nueva serie mexicana: Control Z, en la que proseguimos a un conjunto de chicos en su etapa de preparatoria y por lo tanto un montón de situaciones los invade y que deben ver con temas como el acoso escolar, la tecnología, los secretos, la sexualidad y más. Con nuestro final explicado (puedes leerlo acá) nos concentramos en las historias que se quedan abiertas y dan pie a una potencial segunda temporada, mas ya antes de eso, echémosle una ojeada a un fallo de continuidad en la serie.
En el primer episodio de Control Z, en aquella escena en que Luis (Luis Curiel) es molestado por Gerry (Patricio Gallardo) en un corredor del Instituto Nacional, vemos como lo desposeen su mochila y dará al suelo, particularmente a unos metros a la derecha del chavo al que le agrada dibujar. No obstante, unos instantes después, cuando el tímido personaje se dispone a recoger sus posesiones, su morral aparece en otro sitio, prácticamente enfrente de donde estaba.
Esto realmente no tiene mucho sentido, puesto que mientras que la cámara está con Luis y Sofía (Ana Valeria Becerril), quien lo defendió de los bullers, no se ve que alguien más pase por los costados, con lo que no tiene una razón lógica que la mochila de la nada apareciese en un sitio diferente a donde la habían botado. Aun Darío (Iván Aragón) patea la mochila, destacando que ahí está, con lo que se transforma en un desatiendo menor por la parte de la producción.
No cabe duda que Control Z llegó para volverse popular de manera inmediata, no por nada fue líder del top de Netflix en múltiples países a lo largo del fin de semana, situación que ponen a meditar a Netflix en una potencial segunda temporada. Y es que personajes como Isabela (Zion Moreno), Luis, Natalia (Macarena García), Sofía y compañía son el ánima de la serie y vaya que pasan por múltiples cosas que los sacuden; además de esto, el formato de 8 capítulos de entre treinta y cuarenta y cinco minutos de duración, transforman a la serie en algo simple de maratonear, sin dejar de lado las hermosas locaciones (conócelas acá) en las que grabaron los episodios.